Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): La delegación mexicana de la Flotilla Global Sumud ha regresado a casa este miércoles, 8 de octubre de 2025, poniendo fin a una travesía marcada por la intercepción en aguas internacionales y cuatro días de reclusión en la prisión de Ketziot, un centro de máxima seguridad enclavado en el desierto israelí. Los activistas Ernesto Ledesma Arronte, Arlín Medrano Guzmán, Laura Alejandra Vélez Ruiz Gaitán, Carlos Pérez Osorio, Sol González Eguía y Diego Vázquez Galindo aterrizaron en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) procedentes de Estambul, tras una escala en Amán, Jordania. Acompañados por el embajador mexicano en Israel, Mauricio Escanero, quien supervisó su repatriación, el grupo fue recibido primero por el canciller Juan Ramón de la Fuente en una revisión médica discreta en la Base Aérea Militar del aeropuerto, y luego por familiares, activistas y medios de comunicación que los aguardaban con flores y consignas en apoyo a Palestina.
Diego Vázquez, uno de los tripulantes, fue el primero en hablar ante las cámaras: "Es momento de poner los ojos en Gaza. Esto no se trata de nosotros, se trata de ellos, los palestinos". Sus palabras resonaron en un reencuentro emotivo, donde los activistas, algunos aún vistiendo el uniforme gris carcelario como símbolo de protesta, relataron las condiciones de su detención. "Fuimos víctimas de secuestro y tortura. Nos tuvieron incomunicados, sin agua ni medicamentos", denunció Ernesto Ledesma, periodista de Rompeviento TV, quien describió vejaciones físicas como "llaves" que involucraban golpes en la espalda y hombros. Sol González Eguía añadió que sufrieron "tortura psicológica y física", enfatizando que no eran prisioneros, sino "personas secuestradas y aisladas obligatoriamente". Arlín Medrano, estudiante de la UNAM y periodista a bordo, reveló que le negaron medicamentos para una afección cardiaca, mientras que Vázquez lamentó la falta de atención médica básica. "Mientras estábamos en la cárcel, escuchábamos las bombas pasando sobre nosotros rumbo a Gaza", narró, evocando el contraste entre su encierro y la hambruna declarada por la ONU en la Franja.
La Flotilla Global Sumud, compuesta por más de 40 embarcaciones y cerca de 500 tripulantes de diversos países, zarpó desde puertos mediterráneos como Barcelona, Italia y Turquía el 31 de agosto, con el objetivo de entregar ayuda humanitaria y desafiar el bloqueo israelí que ha privado a Gaza de agua potable, alimentos y medicinas desde el recrudecimiento del conflicto en octubre de 2023. Entre los participantes destacaban figuras como la activista sueca Greta Thunberg y Mandla Mandela, nieto del líder sudafricano. La coalición latinoamericana fue significativa: tres argentinos, 13 brasileños, dos colombianas, seis mexicanos y dos uruguayos se unieron a la causa, impulsados por una solidaridad transatlántica que, según expertos como el profesor Pietro Ameglio de la UNAM, busca "visibilizar la inhumanidad de un genocidio por hambre" y abrir corredores humanitarios. "No es solo simbólico; es una acción directa, no violenta, de solidaridad internacional", subrayó Ameglio, quien ha colaborado con Ledesma en movimientos por la paz y los derechos de las víctimas de violencia en México.
El 1 de octubre, a solo 130 kilómetros de la costa gazatí, las fuerzas israelíes interceptaron los barcos en aguas internacionales, una maniobra calificada por los organizadores como "provocación" y por los tripulantes como un asalto con drones y embarcaciones. Tras ser trasladados a Ashdod y luego a Ketziot, los detenidos –incluidos los mexicanos– denunciaron un trato degradante, similar al reportado por Thunberg y otros. El Ministerio de Exteriores israelí describió la operación como "segura", pero las quejas de vejaciones y denegación de derechos básicos han sido refrendadas por organismos de derechos humanos internacionales.
La respuesta del Gobierno mexicano fue inmediata y diplomática. La presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el costo del traslado de los repatriados, exhortó desde Palacio Nacional a su liberación inmediata, recordando que "no cometieron ningún delito" y que se trataba de "personas solidarias y pacíficas". La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) envió cuatro notas diplomáticas a Israel exigiendo garantías, y Sheinbaum se mostró abierta a reunirse con el grupo: "Si solicitan verme, los recibo; el canciller ha estado atento todo el tiempo". Los activistas elogiaron el "excelente trabajo" de la SRE y Escanero, pero instaron a revisar las relaciones comerciales y diplomáticas con Israel. México ha presentado además una denuncia ante la Corte Penal Internacional por posibles crímenes de guerra en Gaza.
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